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viernes, 30 de noviembre de 2012

Síiiiii!!! Me salieron!!! Macarons de café y chocolate blanco

La entrada anterior acababa con un reto.. ¡he cumplido!

Mi obsesión por los macarons comenzó cuando me encontré con esto..



De este vídeo me impresionó la belleza que se esconde en los gestos cotidianos y que en nuestro día a día suele pasar desapercibida. También me impresionó cómo una imagen puede despertar otros sentidos, no sé si a vosotros os ha pasado pero al ver el café no sé cómo pero podía olerlo y su sabor inundó mi mente y el chocolate blanco y el azúcar y la almendra.. se me hizo la boca agua en un momento!! ¡¡tenía que conseguir esa receta!! y por suerte no tuve que buscar demasiado, estaba en la misma web de Carte Noire.



Con esta receta hice mi incursión en el mundo macaronil. Y realmente no quedaron nada mal.. yo estaba realmente encantada por el resultado pero he de reconocer que no eran perfectos.. me encantó cuando me dijeron: "de sabor están buenísimos pero.. ¿no te ha quedado un poco grumosa la superficie? los macarons normalmente tienen la superficie lisa.." y era verdad.. pero es que entonces no sabía nada sobre cuánto mezclar la masa y que textura tenía que conseguir.


Confiada en mi primera experiencia con estos pequeños diablillos, a la semana siguiente repetí, si me habían salido la primera vez ¿por qué no me iban a salir la segunda? tenía muchísimo interés en que esa vez salieran bien, iban a formar parte de un regalo, pero no tenía mucho tiempo y aunque había leído sobre el tema del tiempo de reposo no le dí mucha importancia y los dejé reposar solo los 15 minutos que pone en la receta.. 
No os podéis imaginar mi cara de estupor cuando vi que se estaban agrietando todos!! sí, ¡¡todos!! ni uno se salvó.. de sabor volvían a estar buenísimos pero eso no eran macarons.. 


¿Qué había podido fallar? Entonces le eché la culpa de todo al horno.. había cambiado de horno, sería eso. Al día siguiente volví a comprar los ingredientes y lo volví a intentar.. esta vez lo puse con menos temperatura y más tiempo pero ¡¡horror!! ¡¡¡se habían vuelto a agrietar!!! y volví a repartir las "pastas"  (aunque no fueran macarons hubiera sido delito tirarlas), de hecho, mis amigas después de probarlas me pedían que hiciera pastas de esas que te salen mal pero que están tan buenas, jajaja.


El fin de semana pasado volví a intentarlo y tras las averiguaciones realizadas para hacer los macarons de azafrán y calabaza puedo decir que ¡¡ahora sí!! ¡¡salieron bien!! ¡¡así sí!! con la superficie lisita y crujiente y tiernos en el interior. Me sentí tan tan tan feliz!! 

Macarons de café y chocolate blanco, para unos 35 según el tamaño 
(basada en la de Carte Noir)

Para las tapas:
  • 200 gr. azúcar glass
  • 110 gr. almendra molida
  • 1 cucharadita de café soluble en polvo 
  • 3 claras de huevo (unos 120 gr.)
  • 40 gr. azúcar
  • azúcar glas y gotitas de chocolate negro para decorar

Para el relleno:
  • 100 gr. de chocolate blanco
  • 1 cucharada sopera de café
  • 70 ml de nata líquida
Separamos las claras el día de antes y las dejamos "envejecer" a temperatura ambiente unas 24h. (1)
Mezclamos bien las almendras con el azúcar glas y el café soluble en polvo y tamizamos la mezcla (yo lo hago 2 veces) y reservamos.
Batimos las claras y cuando empiecen a espumar añadimos el azúcar poco a poco, continuamos batiendo hasta conseguir un merengue brillante y que no se caiga al voltear el bol, no batir en exceso o nos quedará un merengue muy seco.
Añadimos la mezcla de almendras, café y azúcar al merengue. Con una espátula vamos incorporándola manualmente con movimientos envolventes, fuertes al principio y suaves después, hasta que quede perfectamente incorporado. Debe quedar con textura de magma o hasta que caiga formando una cinta, es decir, no muy espesa pero tampoco líquida. (2)
Rellenamos la manga pastelera con la masa, utilizaremos una boquilla redonda no muy grande para que nos sea más fácil controlarla y hacemos los macarons de unos 3 cm. sobre la bandeja del horno que estará preparada con papel vegetal antiadherente, dejando espacio entre ellos. Para decorar los espolvoreamos con azúcar glas y gotitas de chocolate negro (yo, como no tenía, rallé un poco de una tableta).
Los dejamos reposar hasta que se forme una costra en la parte superior que no se nos quede pegada al dedo al tocarla, no me atrevo a decir tiempo, yo los dejo durante una noche. (3)
Los ponemos en el horno a 150 ºC unos 20 minutos aproximadamente, dependiendo del horno y del tamaño de los macarons. (4) Los dejamos enfriar en la bandeja y una vez fríos los despegamos con cuidado del papel.

Para el relleno troceamos el chocolate blanco y le añadimos el café caliente. Llevamos la nata a ebullición y seguidamente la vertimos sobre la preparación de chocolate y café. Movemos suavemente hasta que el chocolate quede totalmente fundido y la dejamos enfriar. Una vez esté fría batimos con las varillas y la reservamos para rellenar los macarons.

¡¡Espero que os gusten!!

Besicos!!


P.D.: Mis notas sobre los macarons:

(1) Sobre envejecer las claras he leído mucho. Hay quien las deja varios días en la nevera, quien las deja un día a temperatura ambiente, quien las saca varias horas antes o quien las usa directamente. Yo, en este caso, las saqué el día de antes pero en alguna ocasión anterior también lo había hecho y en otras las usé directamente y no consigo encontrar una gran diferencia.. quizá la próxima vez lo haga diferente, no lo sé.. creo que todavía no tengo la experiencia suficiente para asegurar qué es mejor.

(2) Otro punto delicado es conseguir la textura óptima de la mezcla. Si se queda muy espesa, nos quedarán macarons con piquitos (y es que quedarán con la forma exacta con la que los pongamos) pero tampoco debemos pasarnos de líquida ya que se desparramaría por la bandeja sin coger forma. Para hacernos una idea, la masa debe quedar de manera que al levantar la espátula caiga formando una cinta no muy gruesa. También podemos probar cogiendo un poco con una cuchara e intentando hacer uno sobre un plato, si al paso de unos segundos queda lisa ya está lista, si no seguiremos removiendo un poco más.

(3) El tiempo de reposo. Esto es lo que más me lleva de cabeza y creo que tras mis pruebas ya puedo formarme una opinión. También he leído de todo acerca de esto: 30 minutos, 1 hora, 2 horas, 3 horas, 4 horas.. y es que esto es muy relativo.. no es lo mismo 30 minutos en Madrid que en Valencia y es que aquí nuestra amiga la humedad relativa juega un papel muy importante. Esta última vez los dejé reposando toda la noche, lloviendo como estaba teníamos el 100% de humedad, igual con menos horas hubiera sido suficiente pero ya no me fío. Si no secan bien se agrietarán al cocerse por eso lo mejor es comprobar que la costra de la superficie esté bastante dura y que no se nos quede pegada al dedo. Ojo, cualquier pequeña rotura de esta costra, aunque sea imperceptible se transformará en una grieta al cocer.

(4) El horno, esta es otra. Muy importante que estén bien hechos antes de sacarlos porque si no se bajarán, de ahí la importancia de conocer tu horno.. el mío debe ser flojito porque si los tengo el tiempo que pone en las recetas no terminan de cocerse y al sacarlos se bajan y los vuelvo a meter (a nadie le gustan los macarons crudos) y ya no vuelven a coger bien la forma..

miércoles, 21 de noviembre de 2012

¡¡Dos meses ya!! Lo celebramos con macarons de azafrán y calabaza.

Hoy estamos de celebración y es que Las pituletas son rojas ¡¡cumple 2 meses!! para mi está siendo todo un reto porque me propuse publicar al menos una entrada a la semana y he de reconocer que me está costando, jeje. No todas las semanas son iguales, unas se tiene más tiempo que otras, y hacer un dulce nuevo cada fin de semana hay veces que me lleva de cabeza.. sobre todo cuando lo que sale del horno no es como lo que esperabas.


Y es que las últimas semanas he estado haciendo macarons. Los macarons son esos pequeños y delicados pastelitos redondos que me llevan por la calle de la amargura. Los primeros te salen bastante bien y te animas, piensas que todo lo que has leído sobre su dificultad no es para tanto y te crees que para ti esto va a ser coser y cantar pero.. nada más lejos de la realidad!! las siguientes veces fueron verdaderos fiascos.. se agrietan.., se bajan.., no se cuecen bien.. por suerte su sabor se mantiene y aunque no tengan muy buena cara siguen estando buenisísisimos.
Pues bien, he decidido declararles la guerra: Ellos o Yo, solo puede quedar uno y sé que seré yo, muahahahahaha (risa maléfica)


Desde que compré la enorme calabaza (a la que le estoy sacando un partido tremendo: bizcocho, arroz, macarons y algo más caerá..) sabía que tenía que intentar la receta de Saffron Pumpkin Macarons de  Tartelette, me encanta este blog, no solo por las recetas que tiene sino también por el gusto con el que está hecho y por sus magníficas fotografías, os recomiendo perderos un rato en él, es una auténtica pasada. Además, esa misma semana Bakemanía (otro blog más que recomendable con unas recetas deliciosas y genialmente explicadas y Lara, su autora, es un encanto, muchas gracias de nuevo por tus consejos!) publica una "Receta INFALIBLE de macarons". Tenía que intentarlo sí o sí, así que juntando un poco de aquí y un poco de allá me puse manos a la obra.


Hice 3 tandas diferentes cambiando tiempos y temperaturas del horno para seguir averiguando cual es la buena y es que si para todas las recetas cada horno es un mundo en ésta lo es especialmente. Sé que para las expertas en macarons no quedaron perfectos peeeero yo estoy más que contenta con el resultado porque salieron bastante bien y, esta vez, siendo consciente de lo que hacía no como los primeros que fue totalmente de chiripa, jeje.

Os pongo la receta y luego "mis notas" sobre mi experiencia.


Macarons de azafrán y calabaza, para unos 35 macarons (dependiendo del tamaño)

Para las tapas:
  • 3 claras de huevo (unos 120 gr.)
  • 1/2 cucharadita de azafrán molido
  • 40 gr. de azúcar
  • 200 gr. de azúcar glas
  • 110 gr. de almendra molida
Para el relleno de crema de calabaza:
  • 60 gr. de queso en crema a temperatura ambiente
  • 60 gr. de calabaza hervida
  • 1/8 cucharadita de clavo molido
Separamos las claras el día de antes y las dejamos "envejecer" a temperatura ambiente unas 24h. (1) 
Mezclamos bien las almendras con el azúcar glas, tamizamos la mezcla (yo lo hago 2 veces) y reservamos.
Batimos las claras y cuando empiecen a espumar añadimos el azúcar poco a poco y el azafrán, continuamos batiendo hasta conseguir un merengue brillante y que no se caiga al voltear el bol, no batir en exceso o nos quedará un merengue muy seco.
Añadimos la mezcla de almendras y azúcar al merengue. Con una espátula vamos incorporándola manualmente con movimientos envolventes, fuertes al principio y suaves después, hasta que quede perfectamente incorporado. Debe quedar con textura de magma o hasta que caiga formando una cinta, es decir, no muy espesa pero tampoco líquida. (2)
Rellenamos la manga pastelera con la masa, utilizaremos una boquilla redonda no muy grande para que nos sea más fácil controlarla y hacemos los macarons de unos 3 cm. sobre la bandeja del horno que estará preparada con papel vegetal antiadherente, dejando espacio entre ellos, y los dejamos reposar hasta que se forme una costra en la parte superior que no se nos quede pegada al dedo al tocarla, no me atrevo a decir tiempo. (3)
Los ponemos en el horno a 150 ºC unos 10-12 minutos aproximadamente, dependiendo del horno y del tamaño de los macarons. (4) Los dejamos enfriar en la bandeja y una vez fríos los despegamos con cuidado del papel.

El relleno es mucho más sencillo, lo mezclamos todo junto hasta que quede perfectamente incorporado y, con una manga o cucharilla, lo vamos poniendo sobre una tapa y lo cubrimos con otra.

  
Mis notas sobre los macarons:

(1) Sobre envejecer las claras he leído mucho. Hay quien las deja varios días en la nevera, quien las deja un día a temperatura ambiente, quien las saca varias horas antes o quien las usa directamente. Yo, en este caso, las saqué el día de antes pero en alguna ocasión anterior también lo había hecho y en otras las usé directamente y no consigo encontrar una gran diferencia.. quizá la próxima vez lo haga diferente, no lo sé.. creo que todavía no tengo la experiencia suficiente para asegurar qué es mejor.

(2) Otro punto delicado es conseguir la textura óptima de la mezcla. Si se queda muy espesa, nos quedarán macarons con piquitos (y es que quedarán con la forma exacta con la que los pongamos) pero tampoco debemos pasarnos de líquida ya que se desparramaría por la bandeja sin coger forma. Para hacernos una idea, la masa debe quedar de manera que al levantar la espátula caiga formando una cinta no muy gruesa. También podemos probar cogiendo un poco con una cuchara e intentando hacer uno sobre un plato, si al paso de unos segundos queda lisa ya está lista, si no seguiremos removiendo un poco más.

(3) El tiempo de reposo. Esto es lo que más me lleva de cabeza y creo que tras mis pruebas ya puedo formarme una opinión. También he leído de todo acerca de esto: 30 minutos, 1 hora, 2 horas, 3 horas, 4 horas.. y es que esto es muy relativo.. no es lo mismo 30 minutos en Madrid que en Valencia y es que aquí nuestra amiga la humedad relativa juega un papel muy importante. Esta última vez los dejé reposando toda la noche, lloviendo como estaba teníamos el 100% de humedad, igual con menos horas hubiera sido suficiente pero ya no me fío. Si no secan bien se agrietarán al cocerse por eso lo mejor es comprobar que la costra de la superficie esté bastante dura y que no se nos quede pegada al dedo. Ojo, cualquier pequeña rotura de esta costra, aunque sea imperceptible se transformará en una grieta al cocer.

(4) El horno, esta es otra. Muy importante que estén bien hechos antes de sacarlos porque si no se bajarán, de ahí la importancia de conocer tu horno.. el mío debe ser flojito porque si los tengo el tiempo que pone en las recetas no terminan de cocerse y al sacarlos se bajan y los vuelvo a meter (a nadie le gustan los macarons crudos) y ya no vuelven a coger bien la forma.. como se ve en la foto de abajo.

Los dos del centro son de los que salieron antes de tiempo del horno y perdieron la forma.
Ale, ya os he contado todo lo que sé sobre los macarons. Con todo esto no quiero que parezca demasiado complicado y se os quiten las ganas de hacerlos sino al contrario, quiero que les declaréis la guerra como yo y que os salgan perfectos, os he contado algunos de mis errores para que no caigáis en ellos y eso que lleváis de adelanto!

¡¡Yo voy a seguir intentándolo!! Este fin de semana Macarons de café y chocolate blanco.

¿Aceptáis el reto?

domingo, 11 de noviembre de 2012

Receta del pastel de calabaza y chocolate, perfecto para una tarde de otoño.

Nunca había comprado calabaza.. de hecho, hasta hace poco no me gustaba la calabaza.. solo la comía en forma de torta de calabaza ¡¡qué buena!! bien bañada en almíbar.. así sí me gustaba.. (tengo que aprender a hacerla!!). Creo que es verdad eso que dicen de que con los años te van gustando más cosas o al menos en mi caso es así, yo creo que pasa cuando te atreves a probar y comprobar sabores que hasta ahora negabas y les das una nueva oportunidad. Yo lo he hecho con la calabaza.

Estamos en otoño y hay que aprovechar para tomar las frutas y verduras que están de temporada así que esta semana fuimos a la frutería decididas a hacernos con una calabaza. Siempre me ha llamado la atención su forma aparentemente caprichosa y fue un dilema decirnos por una.. ¿cómo se elige una buena calabaza?? ¿cuales son mejores: las redondas o las alargadas?? finalmente nos dejamos guiar un poco por la intuición y  decidimos probar suerte con una de las alargadas pero no sabría explicar muy bien por qué. El siguiente paso era darle uso.


Cuando el día amanece frío y lluvioso y además es fin de semana parece que todo se pone a tu favor para encerrarte en la cocina con el horno, calentita.. me parece la opción perfecta y así he hecho.. ¡¡tenía una calabaza esperándome!!


Me he acordado de que hace tiempo una amiga me envió la receta del bizcocho de calabaza de su vecina Isabelita, según ella un bizcocho riquisísisisimo, de lo mejor que había probado. Confío plenamente en su paladar así que, con esas referencias, tenía que probar a ver qué tal. Es una receta muy sencilla de hacer y que da un resultado espectacular, un bizcocho superesponjoso y tierno. Como siempre me gusta hacer alguna aportación a lo que hago, la he variado un poco y lo he recubierto con chocolate.


Aún no habíamos terminado de comer y mis compis de piso ya estaban pidiendo el postre, ¡¡casi no me dejan hacerle fotos!! "bueno, haz ya las fotos, no tardes" "¿que todavía quieres hacer más?" "pero ¿podemos probarla ya?" me decían con tono lastimero, jejeje. Finalmente han optado por dejarme hacerlas tranquilamente (aunque la calidad no es muy allá.. qué malos son los días de lluvia para las fotos) mientras preparaban un té buenísimo y que venía como anillo al dedo al pastel.. ¡¡qué rico!!

Hemos tenido la sobremesa perfecta: 
té + pastel de calabaza y chocolate + sofá + manta + peli + lluvia.. 
¿qué más se puede pedir?


Y ahora sí ya va la receta, adaptada del bizcocho de calabaza de Isabelita.

Ingredientes para el Pastel de calabaza y chocolate:
  • 250 gr. de calabaza hervida y escurrida
  • 250 gr. de azúcar
  • 70 gr. de aceite de oliva
  • 3 yemas
  • 1 huevo
  • 250 gr. de harina
  • 1 sobre de levadura (tipo royal)
  • 100 gr. chocolate negro (yo he usado 85% de cacao)
Precalentamos el horno a 180 ºC con aire.
Batimos con las varillas la calabaza con el azúcar y el aceite hasta que quede bien mezclado. Añadimos las yemas y el huevo y lo batimos bien hasta que se haya incorporado todo. Finalmente se agrega la harina con la levadura y volvemos a batir hasta que la mezcla quede homogénea. Enharinamos el molde y vertemos la masa en él. Horneamos unos 30 minutos o hasta que el palillo salga limpio. Lo dejamos enfriar unos 5-10 minutos en el molde y desmoldamos.

Para la cobertura, derretimos el chocolate en el microondas (yo lo he puesto solo pero se le podría poner un poco de leche si se quiere, va un poco en gustos) y lo vertemos sobre el bizcocho "pintando" toda la superficie. Para decorarlo he usado un poco de calabaza hervida que me había sobrado mezclada con azúcar glas.


Espero que os animéis a hacerlo, es muy fácil de hacer y queda buenísimo!!

¡¡Besicos!!
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