Hoy traigo una receta sencillísima pero no por ello menos rica. De hecho, creo que es el bizcocho más chocolateado, tierno y esponjoso que he probado hasta ahora.
Un viejo truquito que he usado muchas veces en mis bizcochos de chocolate consiste en añadir una cucharadita de café en polvo instantáneo, vamos, el Nescafé de toda la vida, para potenciar el sabor a chocolate y funciona, vaya si funciona. En el bizcocho de estos cupcakes apenas se aprecia el sabor a café pero, sin embargo, tienen un intensísimo sabor a chocolate.
En la textura, tremendamente esponjosa, me recordó un poco al de Guinness y no es descabellado, tienen en común que llevan una mayor cantidad de componente líquido, en el primero cerveza y en este café.
Para los bizcochos adapté una receta de Sweetapolita (blog bonito donde los haya) aunque la he variado bastante y ha terminado siendo muy diferente de la original.
Los quería sin lactosa así que sustituí la leche del buttermilk por leche de soja y la mantequilla por aceite de girasol.
Ya había hecho antes esta receta para estrenar mi molde de bundt (pero voló y no me dio tiempo a fotografiar) y me encantó, por eso la quise repetir y así poder compartir la receta. Si decidís hacerla como cupcakes os aconsejo que uséis cápsulas muy resistentes, la mezcla queda muy muy líquida y empapa la cápsula, quedando casi imperceptible su dibujo.
Para decorarla hice un glaseado de café y rallé un poco de chocolate negro por encima, más fácil y rápido ¡imposible!
Cupcakes de café y chocolate, para unos 12 cupcakes
- 100 ml aceite de girasol
- 30 g cacao en polvo sin azúcar (yo uso el de lata de Valor)
- 1 cucharada de café en polvo instantáneo disuelto en 80 ml de agua (caliente, por supuesto)
- 200 g azúcar moreno
- 120 ml leche de soja
- 1 cucharada de vinagre de vino blanco
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 1 huevo (a temperatura ambiente)
- 125 g harina (tamizada)
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- una pizca de sal
Para el glaseado de café
- 150 g azúcar glas
- 1 ó 2 cucharadas de café, al gusto (se puede hacer con café instantáneo pero yo puse la cafetera)
Precalentamos el horno a 180 ºC (160 ºC si es con aire)
Ponemos la leche de soja con el vinagre para hacer el buttermilk, mezclamos bien y reservamos, con 5-10min bastará para que se haga, quedará con un aspecto de leche cortada. En una cazuela, ponemos el aceite al fuego y añadimos el cacao, removemos con varillas hasta que quede bien mezclado. Retiramos del fuego y lo pasamos al bol de la batidora, añadimos el café, que estará todavía caliente, y batimos bien. Sin dejar de batir, vamos añadiendo el azúcar, el buttermilk, la vainilla y el huevo a la mezcla de cacao y batimos hasta que quede perfectamente incorporado, quedará en mezcla muy líquida y fina. Aparte, tamizamos la harina junto con el bicarbonato y la sal, lo añadiremos a la mezcla de cacao de una vez y batiremos bien hasta que se incorpore completamente y quede una masa homogénea.
Repartimos la mezcla final en los papelitos para magdalenas llenándolos 2/3 y horneamos unos 20 minutos o hasta que el palillo salga limpio. Los dejaremos enfriar unos 5 minutos en el molde y luego los pasaremos a una rejilla para que terminen de enfriarse evitando condensaciones.
Para el glaseado batimos con las varillas el azúcar con el café todavía caliente hasta que quede fino. Lo vertemos sobre los bizcochitos, yo me ayudé de un biberón de cocina.
Por último, para darles un toque aún más chocolateado, rallamos un poco de chocolate negro por encima.
Para el glaseado batimos con las varillas el azúcar con el café todavía caliente hasta que quede fino. Lo vertemos sobre los bizcochitos, yo me ayudé de un biberón de cocina.
Por último, para darles un toque aún más chocolateado, rallamos un poco de chocolate negro por encima.
Os animo a que probéis esta receta, es muy rápida de hacer y el resultado es espectacular.
¡Espero que os guste!
Feliz y dulce semana, besicos!
M.
M.