Hace justo una semana estaba ultimando los preparativos para un "pedido" muy especial. Unos buenos amigos han tenido una peque hace poquito y me preguntaron si podría preparar una mesa dulce para la fiesta post-bautizo de su niña, a la que acudiríamos los amigos. No lo tuve que pensar, la respuesta era ¡sí!
Sería algo sencillo pero no por ello menos bonito y delicioso. Como premisa me fijé que la mesa tenía que ser muy dulce en todos los sentidos, no se me ocurre nada más dulce y más tierno que un bebé, y el rosa sería el color predominante, había sido niña. Una niña preciosa.
Dudando entre cupcakes y minicupcakes finalmente nos decidimos por las pequeñas, más fáciles y cómodos de comer y mucho más tentadores porque al ser pequeños parece que no te dan remordimientos pero.. ¿serás capaz de solo coger uno???
El sabor elegido fue la vainilla porque no todo va a ser chocolate en esta vida y porque desde que descubrí esta receta es una de mis favoritas. La cobertura es de buttercream de merengue suizo de vainilla en tres tonos de rosa diferentes aunque la luz en las fotos no ayuda a que se aprecie.
Minicupcakes de vainilla, para unos 24
- 120 g. harina
- 140 g. azúcar blanco
- 1 1/2 cucharaditas de levadura tipo Royal
- una pizca de sal
- 40 ml. aceite de girasol
- 120 ml. leche
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
Para la crema de vainilla
- 75 g. clara de huevo pasteurizada
- 150 g. azúcar blanco
- 225 g. mantequilla a temperatura ambiente
- extracto de vainilla al gusto
Precalentamos el horno a 180 ºC
Ponemos la harina junto con el azúcar, levadura, sal y aceite en el bol y lo batimos a velocidad baja hasta que queden todos los ingredientes totalmente integrados y con una textura arenosa. Poco a poco añadimos la mitad de la leche y seguimos batiendo justo hasta que se incorpore. A parte, batimos durante unos segundos el huevo, el extracto de vainilla y la mitad de la leche que nos quedaba. Lo añadimos a la mezcla de la harina y batimos justo hasta que se incorpore, pasamos la espátula por los laterales del bol si nos han quedado restos y volvemos a batir a velocidad baja un par de minutos más. Es importante no batir de más para que nos queden superjugosos.
Repartimos la mezcla final en los papelitos para minicupcakes llenándolos 2/3 y horneamos unos 15-18 minutos o hasta que el palillo salga limpio. Los dejaremos enfriar unos 5 minutos en el molde y luego los pasaremos a una rejilla para que terminen de enfriarse evitando condensaciones.
Para la crema de vainilla. Se pone al baño maría, con temperatura baja, la clara con el azúcar y se va removiendo hasta que se disuelva completamente el azúcar. Se pone en el bol de la batidora y se bate a velocidad alta hasta que quede tipo merengue. A continuación, bajamos la velocidad y vamos añadiendo la mantequilla en trozos, continuamos batiendo hasta su total integración. Es muy posible que tome un aspecto como de cortado pero es normal. En esto momento agregamos el extracto de vainilla y subimos la velocidad, continuaremos batiendo hasta conseguir la consistencia adecuada. Separamos la crema resultante en tres boles, hice tres tonos diferentes, y teñimos con colorante.
Para decorar utilicé unas pequeñas perlitas blancas.
¡Espero que os guste y os animéis a hacerlo!
Por úlimo, os dejo unas fotos del resultado final. También hubo cake-pops de red velvet y galletas de mantequilla decoradas.
De nuevo, aprovecho para darle las gracias a los papis por confiar en mi para esta ocasión tan especial, María ha tenido mucha suerte de tener unos papás tan molones como vosotros.
Feliz y dulce semana, besicos!
M.